domingo, 11 de agosto de 2013

Un cuarto luminoso

Hace casi 30 años entré por primera vez a “un cuarto oscuro” no tenía la edad para votar, pero mi insistente pregunta de por qué se le llamaba de esa manera, entre otros motivos, hizo que mi viejo, de pocas palabras le explicara al presidente de mesa por qué quería mostrarme como era.
Todos los adultos a mi alrededor durante meses celebraron, brindaron, hablaron y debatieron,  ante la mirada atónita nuestra, estos niños y niñas que no sabíamos el motivo de tanta algarabía: “Vuelve la democracia!” Esa noche, me despertaron, para sumarme al festejo, Alicia, la mejor amiga de mi madre, había llegado para celebrar, fue una de las pocas veces que vi tele de noche en mi infancia, a través del único canal que transmitía en mi ciudad.
En un rato me voy a ir a votar, y resulta que es normal, que vivo en la Argentina democrática, no tengo un solo canal para ver las noticias, y tengo muchas radios, además de mi querida Radio Pública,  por donde informarme, es distinto, para mi es infinitamente mejor, afortunadamente lo que no cambia es mi alegría, por ir a ejercer ese derecho.
Como esa niña que quiero seguir siendo, voy a ir a ver como prepararon la sala, que es "un cuarto luminoso", lleno de voluntades, derechos adquiridos y por adquirir,  agradeceré a las personas que van a estar muchas horas trabajando para dejarme ejercer mi derecho, voy a contar las boletas, que estén todas, y voy a salir, esta vez no me van a sellar el DNI pero me van a dar un troquel, es una buena manera de festejar el día de la niña y el niño, vamos a celebrar, vamos a trabajar en la radio toda la jornada y vamos a estar, participando.

Feliz día para todas y todos.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Ya lo estoy sintiendo, ya te estas volviendo canción


La muerte es siempre un golpe sordo que te pega por más que lo estés esperando, por más que tontamente hayas racionalizado el paso, y por más que hayas recurrido a remanidas frases como “la muerte es parte de la vida”, “es mejor que haya sido rápido” y la verdad que no, no está nada bueno, no está bien que no estés más entre nosotros, no está bien que un groso como vos se haya ido como cualquier mortal, dejándonos acá, solitos.
Te escucho desde siempre, tengo el fetiche de comprar tus discos, de no piratearlos, es mi humilde homenaje a tu talento, a tu obra, conservo vinilos como Bajo Belgrano, recuerdo discusiones ridículas típicamente argentinas de polarización: Boca-River, perros-gatos, Charly-Spinetta y la verdad es que no hay un ó entre vos y Charly ni entre vos y nadie, siempre el talento suma, el acervo cultural argentino está plagado y atravesado por tu música.
He discrepado con vos sobre diversos temas pero en lo que menos estoy de acuerdo es en aquella declaración que hiciste alguna vez diciendo que el trabajo de los artistas es “decorativo”. Lo cierto es que vos y una bocha de pibes de aquellos años representaron la resistencia cultural que prevaleció, que a cada surco de LP nos abría la cabeza enseñándonos lo más valioso que nos podías dejar: “hagan la suya”; no había porqué copiar lo que venia de afuera, lo establecido, lo decretado sobre todo en aquellos años que pretendieron uniformar desde el pensamiento hasta los cuadros que comprábamos y vos saltaste con una banda genial,“Los Socios del Desierto”, a romper la monotonía reinante y esa no fue la primera vez. Tampoco, afortunadamente, fue la última que nos confundiste en acordes.
Te conocí mientras vivía en Santiago del Estero, te vi, por primera vez en el club Atenas de Córdoba, me acompañaste en un walkman caminando fuera del país y hoy la noticia de tu partida me agarra en la capital cordobesa, sin embargo la virtualidad me permite ver muros enteros con tu música, con mensajes de cada una de las almas que decidieron dejarse tocar por vos.
Escucho por ahí que hablan del “popular” músico, Luis Alberto Spinetta, y la verdad es que considero que tu música es apta para NO todo tipo de público, y que quizás parte del encanto tenia algo que ver con eso. Gracias, te quiero, te queremos, la muerte: es mentira, queda tu obra y nosotros, tus humildes difusores.

jueves, 12 de mayo de 2011

Patio de tierra, olor a adolescencia


Si hay una característica que destaco en la adolescencia es la necesidad de ser diferente, revolucionario, destacado, raro, excéntrico y ahí, para algunas de nosotras es donde nace el patio de tierra.
Nos gustaba el Che aunque no sabíamos muy bien por qué, nos atrapaba el look más de lo que entendíamos la idea, a otras les gustaba el motoquero, el chico malo, a otras los chicos lacoste; el asunto es que el objeto de amor, debía ser diferente a lo conocido, a lo aceptado por la casa paterna, el misterio era la norma y era valorada tanto la mirada cómplice como la mirada reprobadora y envidiosa de nuestras pares y ni que hablar si deambular con el sujeto en cuestión tomados de la mano provocaba escándalo.
Si a mamá le gustaba determinado prospecto, era claramente una demostración que no era eso lo que nos convenía y en general, el pelilargo con pinta lánguida que rasca la guitarra, entona Silvio Rodríguez y musita la palabra revolución en nuestros oídos era, indefectiblemente, el que más atractivo nos resultaba.
Así es que muchas de nosotras nos bancamos el frio en interminables fogones con una helada que hacia esconder a los murciélagos tomando algún vino baratito, a veces por falta de dinero y otras porque andar ostentando dos monedas extra, no quedaba bien y usamos raídas polleras de bambula, cuando no jeans rotos y remeritas que alguna vez fueron negras dejando un hombro al descubierto. Cantamos canciones categoría: “una que nos suicidemos todos”, porque la norma era ser retorcijeta, sufrir en el amor, el despecho era ser afortunado y tener un amor imposible hablaba bien de vos… todo esto en el patio de tierra claro.
Afortunadamente pasaron los años, y aprendimos, que no todos los novios son para sacar a pasear al centro, que el patio de tierra te arruina las botas Paruolo y que el olor a pachuli es un bajón. Nos comenzamos a dar cuenta de los beneficios de salir con un chico que pelo corto o largo tenga ideas copadas, dejamos de necesitar las formas para pasar a los contenidos, vino barato? Olvidate, el hígado no está para esos trotes y sabemos efectivamente que la gente linda está en todas partes, que ropa nueva no es igual a garca, y ropa vieja no es igual a buena gente, hay de todo en todas partes.
Que el look descuido le queda bien solamente a Scarlett Johansson en una película con John Travolta, que Gael García Bernal, fue un “Che” solo bonito al lado de la topadora de Rodrigo de la Serna como Granados, y que nos seduce mas cuando se expresan las ideas contundentemente que como están vestidos, con tal, esperamos, se saquen las medias para amarnos.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Nos gustan las sorpresas más que las promesas


En vistas de la cercanía de la fecha de un tal Valentín que se ha ganado la fama de santo patrono del enamorado o enamorada y que por las latitudes norteñas provoca tanta desazón a aquel pobre tiling@ que no tiene a nadie para invitar, sugiero, con gentileza, generosidad y obviamente tilinguería, un vademécum sorpresario para encantar a la tilinga que lo moviliza.
En cuanto al regalo valentiniano, yo recomendaría no esperar fechas impuestas, ser un poco más atolondrado en el amor, que es un espacio óptimo para dejarse llevar tropezarse y realizar acciones desmedidas, en ese orden regalemos un día cualquiera para lograr un efecto con alta devolución. Eso si cuide que no sea el día anterior o posterior a alguna importante celebración de esas que siempre olvidamos porque si no será acusado de colgado, poco observador y será puesto en ridículo de aquí a la eternidad.
El precio del regalo es todo un tema porque el consumismo nos atraviesa y la violencia mediática psicopatea permanentemente, pero, señora, señor, por favor, hoy tenemos un país más en serio, es mentira que el champagne cueste 5 mangos, porque hay toda una cadena de producción detrás del producto que merece un salario razonable, entonces sabe qué? Gástese unos tejos, no sea amarrete y el mejor regalo seguramente será el que elegimos poniéndole onda y el que podemos pagar.
A la tilinga que se precie de tal, la sorpresa es algo que le agrada mucho, conceptualmente es el mejor de los regalos, la sorpresa, lo inesperado, aparece y ya, mientras que las promesas nos obligan a esperar y carecemos de paciencia, sobre todo la cofradía “soy sola”, así que sorpréndannos, roben besos, que es económico y sumamente placentero, escriba una carta de amor, no es necesario ser Jorge Luis, dígannos en el chat que sueñan con lo que nunca sucederá, no queremos promesas, no califican, son un halago de formato menor y en todo caso si la promesa se escapa durante el fragor de la lucha amatoria… estamos todas y todos perdonados, nosotras por creerlas y ustedes por hacerlas.

lunes, 30 de agosto de 2010

Rol de tiling@s (primera entrega)


La tilinga o el tilingo no obedecen a norma única, no se es tilingo solo por ver Tinelli, hay quienes de acuerdo al medio ambiente, desarrollan su particular tilinguería.
Tiling@ twittero: Dícese de aquel tilingo que no tiene actividad trascendental en su vida, y sin embargo la postea a cada instante “en el trono, leyendo…” el libro claro que no puede ser algo simple, más bien algo así como La Hermenéutica del Sujeto de Michel Foucault. Este tilingo es vilipendiado por sus compañeros, amigos, mujer y amante, pero hay que reconocerle la tenacidad para contarnos su vida que poco nos importa a compañeros, amigos, mujer y amante.
Tiling@ intelectual: Es aquella persona que hace alarde permanente de su conocimiento, interacciona sin palabras propias, siempre son frases de celebridades, las que ahora es tan fácil buscar en la web. Este tilingo si es hombre, tiene alto éxito entre jovencitas, el inconveniente se suscita en que los chicos y chicas se avivan rápido, y son abandonados sin mas... por que va a ser?? por tilingo!!!
Tiling@ antimoda: Elegí, el antimoda porque al que le gusta vestirse acorde al modelo, ya se los califica de tilingos, pero este espécimen que tanto vemos hoy por las calles se esfuerza por no usar prendas sugeridas por chicas cosmo y toma clases de color para no combinarlos, lo que significa un esfuerzo más que considerable, obligan a los dependientes de negocios de ropa para que le busquen pilcha de temporadas anteriores, ven cosmo para saber que NO usar, recorren zapaterías a ver quien se ha dejado unos zapatos taco chupete o unos náuticos.
Ecotiling@: Es bonito, biodegradable y extraña los asados. En la adolescencia se comen la historia de Green Peace y le piden a sus padres que aporten con el “plástico” unos mangos mensuales. Te rompen las pelotas con que los indios no son indios sino “pueblos originarios”. En los ´80 las chicas usaban yiscas, esas carteritas de chaguar hechas por los wichis, divinas por cierto, (las de la foto) por hippies y hoy las usan porque son biodegradables. Son inofensivos, curten naturaleza de forma militante, lo que agota un poco pero dejan todo limpito.
Continuará…

domingo, 29 de agosto de 2010

A quién le decís Tilinga


“Me critican porque soy tilinga” dice una adolescente, y busca desesperadamente en la web, a que se hace referencia exactamente.
Aparecen definiciones desde la Real Academia Española, que define el vocablo como “Dicho de una persona: Insustancial, que dice tonterías y suele comportarse con afectación”, pasando por vanos intentos, de encontrar una respuesta, hasta Arturo Jauretche se refirió en algún momento a la dirigencia ferroviaria usando el adjetivo y en los últimos años, hasta el gobernador del otro país de Argentina en cuyo, dijo de Cristina Fernández, que era “tilinga”.
La tilinga aparece, el tilingo también, aunque no se lo rotula de tal manera, se usan adjetivos menos creativos… cuando, donde ó como, no se sabe bien pero es parte de nosotras, ser tilinga es parte del ideario femenino que tanto atrae y repele en igual medida, denostando a las mujeres de carne y hueso, las que vemos todos los días por tal condición y adorando a la que aparece en el cine, por exactamente la misma afectación.
Y comencé cierta tarde primaveral a tratar de movilizar la estructura ósea en un gym, arriba de una bicicleta que no me llevaba a ninguna parte a mirar, para descubrir, que son mas ellos que ellas los que se miran permanentemente en el espejo, y no solo para ver si el ejercicio es correcto si no adorando la hinchazón muscular, o descubriendo quien de ellas o ellos los desea o los envidia o ambas por que no.
La bicicleta no me llevo a ningún lugar que no conozca, más que al frente de mi querida compu, y pensé “A quien le decís Tilinga?”
Somos todas tilingas, y conozco también algunos adorables tilingos. Bienvenid@s a mi mente.