domingo, 29 de agosto de 2010
A quién le decís Tilinga
“Me critican porque soy tilinga” dice una adolescente, y busca desesperadamente en la web, a que se hace referencia exactamente.
Aparecen definiciones desde la Real Academia Española, que define el vocablo como “Dicho de una persona: Insustancial, que dice tonterías y suele comportarse con afectación”, pasando por vanos intentos, de encontrar una respuesta, hasta Arturo Jauretche se refirió en algún momento a la dirigencia ferroviaria usando el adjetivo y en los últimos años, hasta el gobernador del otro país de Argentina en cuyo, dijo de Cristina Fernández, que era “tilinga”.
La tilinga aparece, el tilingo también, aunque no se lo rotula de tal manera, se usan adjetivos menos creativos… cuando, donde ó como, no se sabe bien pero es parte de nosotras, ser tilinga es parte del ideario femenino que tanto atrae y repele en igual medida, denostando a las mujeres de carne y hueso, las que vemos todos los días por tal condición y adorando a la que aparece en el cine, por exactamente la misma afectación.
Y comencé cierta tarde primaveral a tratar de movilizar la estructura ósea en un gym, arriba de una bicicleta que no me llevaba a ninguna parte a mirar, para descubrir, que son mas ellos que ellas los que se miran permanentemente en el espejo, y no solo para ver si el ejercicio es correcto si no adorando la hinchazón muscular, o descubriendo quien de ellas o ellos los desea o los envidia o ambas por que no.
La bicicleta no me llevo a ningún lugar que no conozca, más que al frente de mi querida compu, y pensé “A quien le decís Tilinga?”
Somos todas tilingas, y conozco también algunos adorables tilingos. Bienvenid@s a mi mente.
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Felicitaciones por el blog! Habría que empezar a juntar tilinguerías para sumarlas en un nuevo manual de zonceras argentinas! Seguí posteando Maruchi!
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