miércoles, 8 de febrero de 2012

Ya lo estoy sintiendo, ya te estas volviendo canción


La muerte es siempre un golpe sordo que te pega por más que lo estés esperando, por más que tontamente hayas racionalizado el paso, y por más que hayas recurrido a remanidas frases como “la muerte es parte de la vida”, “es mejor que haya sido rápido” y la verdad que no, no está nada bueno, no está bien que no estés más entre nosotros, no está bien que un groso como vos se haya ido como cualquier mortal, dejándonos acá, solitos.
Te escucho desde siempre, tengo el fetiche de comprar tus discos, de no piratearlos, es mi humilde homenaje a tu talento, a tu obra, conservo vinilos como Bajo Belgrano, recuerdo discusiones ridículas típicamente argentinas de polarización: Boca-River, perros-gatos, Charly-Spinetta y la verdad es que no hay un ó entre vos y Charly ni entre vos y nadie, siempre el talento suma, el acervo cultural argentino está plagado y atravesado por tu música.
He discrepado con vos sobre diversos temas pero en lo que menos estoy de acuerdo es en aquella declaración que hiciste alguna vez diciendo que el trabajo de los artistas es “decorativo”. Lo cierto es que vos y una bocha de pibes de aquellos años representaron la resistencia cultural que prevaleció, que a cada surco de LP nos abría la cabeza enseñándonos lo más valioso que nos podías dejar: “hagan la suya”; no había porqué copiar lo que venia de afuera, lo establecido, lo decretado sobre todo en aquellos años que pretendieron uniformar desde el pensamiento hasta los cuadros que comprábamos y vos saltaste con una banda genial,“Los Socios del Desierto”, a romper la monotonía reinante y esa no fue la primera vez. Tampoco, afortunadamente, fue la última que nos confundiste en acordes.
Te conocí mientras vivía en Santiago del Estero, te vi, por primera vez en el club Atenas de Córdoba, me acompañaste en un walkman caminando fuera del país y hoy la noticia de tu partida me agarra en la capital cordobesa, sin embargo la virtualidad me permite ver muros enteros con tu música, con mensajes de cada una de las almas que decidieron dejarse tocar por vos.
Escucho por ahí que hablan del “popular” músico, Luis Alberto Spinetta, y la verdad es que considero que tu música es apta para NO todo tipo de público, y que quizás parte del encanto tenia algo que ver con eso. Gracias, te quiero, te queremos, la muerte: es mentira, queda tu obra y nosotros, tus humildes difusores.